Licenciada en Geografía e Historia en la Universidad de Santiago de Compostela (1971), su trabajo de licenciatura trata sobre las Esculturas Thoractas de la España romana. Becaria del CSIC en la Escuela Española de Historia y Arqueología de Roma (1971-1973), especializándose en escultura romana, y se doctora en la Universidad de Valladolid en 1973, con una tesis dirigida por Alberto Balil con el título La escultura militar romana de la Península Ibérica.

Trabaja en el departamento de Arqueología de la Universidad de Valladolid y en la UNED de Pontevedra (1973-1978) e ingresa por oposición en el cuerpo de Conservadores de Museos (1978), dirigiendo el Museo Arqueológico de Valladolid (1979-1980) y el Museo de las Peregrinaciones de Santiago de Compostela (1980-1984), cargo que compatibiliza con la dirección del Museo de Bellas Artes de A Coruña. En estos años prosigue su dedicación a la arqueología en trabajos de investigación y de campo, siendo Inspectora Provincial de Arqueología de Valladolid y A Coruña y titular de los permisos de excavaciones de urgencia de ambas provincias. Será Concejal de Cultura en el Ayuntamiento de Santiago (1982-1984).

Nombrada Directora de los Museos Estatales en 1984, se traslada a Madrid para formar parte del equipo de Manuel Fernández-Miranda en la Dirección General de Bellas Artes del Ministerio de Cultura. Desde este puesto inicia una etapa de profundas reformas y puesta al dia de los más de cien museos de titularidad estatal cuya situación tanto física como museológica era entonces muy deficiente. La renovación afecta a aspectos como la arquitectura de los museos y el diseño museográfico, la conservación y restauración de las colecciones, la normalización documental de los fondos, la formación y la dotación de personal. Ejemplo de lo realizado en esos años es la creación del Museo Nacional de Arte Romano de Mérida y su nueva sede. Organiza también cursos de postgrado y master de museología.

En 1989 deja su puesto en la administración y pasa a desempeñar el de Directora General de la Real Fundación de Toledo, institución cultural de carácter privado en cuya creación participa como fundadora, y en donde continúa desarrollando su actividad profesional hasta su jubilación en 2020.

Autora: Margarita Díaz-Andreu