Licenciada en Filosofía y Letras por la Universidad de Zaragoza, donde cursa el doctorado bajo la dirección de Antonio Beltrán Martínez y propone como tesis doctoral La Carta Arqueológica de la provincia de Teruel. Asiste becada a los Cursos de Prehistoria y Arqueología de Ampurias y realiza una estancia formativa en Reino Unido en 1954.

En 1955 es nombrada Conservadora del Servicio Arqueológico de la Diputación de Teruel, con contrato administrativo anual, ampliándose su función para encargarse también del futuro Museo en 1957. En 1963 se convoca un concurso para la plaza de Conservadora del Servicio Arqueológico Provincial, que gana, pasando a ser funcionaria de carrera de la Diputación Provincial de Teruel. En 1985 el Servicio de Arqueología pasa a denominarse Museo de Teruel y su cargo es modificado pasando a ser Directora de este Museo.

Cabe reseñar su trayectoria investigadora en el Instituto de Estudios Turolenses, ya que fue Directora de su Servicio de Arqueología desde 1955 y más tarde Secretaria y Vicedirectora. Lleva a cabo numerosas excavaciones, en los poblados íberos de El Castelillo de Alloza, La Muela Pequeña del Rajo, Alto Chacón, el Cabezo de la Guardia de Alcorisa, el alfar de cerámica romano El Endrinal en Bronchales, las villas romanas de La Loma del Regadío y Calanda o el poblado de la Edad del Bronce del Castillo de Frías de Albarracín, entre otras.

Destaca por ser la impulsora y directora del Museo Arqueológico Provincial de Teruel desde su creación en 1959 hasta que se jubila en 1990. Fue la responsable de su funcionamiento, consolidación y expansión. En 1977 crea la primera colección de etnografía, la cual constituye uno de los fondos más interesantes de la cultura popular de la provincia de Teruel.

A Purificación se la recuerda por su enorme dedicación al patrimonio arqueológico, cultural, histórico y etnográfico turolense, desde la Prehistoria hasta la época medieval y moderna.

Autora: María Lillo Bernabeu