Hija de la reina Isabel II y esposa de príncipe Luis Fernando de Baviera, la infanta Paz es bien conocida por su actividad como mecenas y como artista, pues ella misma era pintora; fue sostén de muchos españoles en Alemania en los complicados años de la primera mitad del siglo XX. Sus contemporáneos la destacaron también por su afición a coleccionar monedas antiguas, tanto que llegó a tener un importante monetario. Su interés por esta materia es anterior a su matrimonio con el príncipe de Baviera, que se produjo en 1883, puesto que, en una carta de 1879, enviada por Isabel II, ésta informa a la infanta que le ha conseguido monedas para su colección. Asimismo, en 1882, comunica a la reina que Romualdo Nogués, conocido coleccionista de antigüedades, le ayudaba a arreglar su monetario. Gracias otras epístolas enviadas a su marido en 1914, conocemos sus visitas a Segóbriga, cercana a su casa de Luján. En ellas describe los restos arqueológicos de la ciudad y del templo de Diana; le comunica lo interesante que sería hacer excavaciones juntos allí. En su obra “De mi vida. Impresiones” leemos que el príncipe de Baviera las comenzó a hacer, seguramente por indicación de ella. En su casa de Luján residió durante unos días Adolf Schulten, cuando visitó Segóbriga. Se desconoce la suerte que corrió su monetario a su fallecimiento.

Autora: Margarita Vallejo Girvés