Licenciada en Filosofía y Letras, sección Historia, por la Universidad Central de Madrid en 1918, ingresó en el Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos en 1922. Aunque inició su carrera como archivera, en 1928 se trasladó al Museo Arqueológico Nacional, donde se hizo cargo de la Sección IV, de Antigüedades Americanas y del Extremo Oriente.

Antes de la Guerra Civil realizó varios viajes de trabajo para estudiar colecciones americanas y asiáticas: a París en 1932, gracias a una ayuda de la Dirección General de Bellas Artes; a Nueva York en 1934, becada por la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas, y a Moscú y San Petersburgo en 1935, por cuenta propia. Además, en 1933 participó como profesora en el Crucero del Mediterráneo.

Tras la Guerra Civil, que pasó en Valladolid destinada en el Museo Arqueológico de dicha ciudad, sufrió un complicado proceso de depuración, un juicio sumarísimo y un juicio de responsabilidades políticas, aunque superó todos ellos sin ningún tipo de sanción.

En 1941 fue nombrada directora del Museo Nacional de Artes Decorativas y del recién creado Museo de América, cargos que siguió ejerciendo hasta su jubilación. Su labor al frente del Museo Nacional de Artes Decorativas se centró en el incremento de colecciones, en las obras de ampliación el edificio y en la nueva instalación museográfica que se inauguró en 1950. Como directora del Museo de América fue la responsable de los trabajos de instalación del Museo en su nueva y actual sede, inaugurada en 1965.

Autora: Ana Azor Lacasta