Licenciada en Filosofía y Letras en 1932 por la Universidad Central de Madrid, viajó en el célebre crucero que en el verano de 1933 condujo a toda una generación de profesores y estudiantes en un extraordinario viaje de estudios por el Mediterráneo. En 1944 accede por oposición al Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos, siendo su primer destino en prácticas el Museo Arqueológico Nacional. Tras estas, es nombrada Directora del Museo Arqueológico Provincial de Toledo en sustitución de María Luisa Herrero Escudero. A partir de 1946 se incorpora al Museo Arqueológico Nacional en la Sección de Monedas y Medallas para pasar luego a la de Árabe y Edad Moderna. En 1951 es nombrada Secretaria interina del Museo. Particularmente activa en el montaje del llamado Museo Breve con el que en 1954 se reabre el MAN tras la Guerra Civil, su labor merecerá las felicitaciones del Patronato.

Sus inquietudes científicas se ponen de manifiesto desde el inicio de su carrera profesional en el ámbito de museos, realizando diversos viajes al extranjero para completar su formación en Arte y Arqueología, como en 1949, cuando acude a la Reunión del Convenio Arqueológico Hispano-Franco-Italiano de Estudios Ligures en Ampurias, Montpellier y Bordighera. Obtendrá así mismo diferentes becas, como la de la Fundación Lázaro Galdiano para estudiar en Italia, en 1955. En 1957 se traslada en comisión de servicios al Museo de América donde es reclamada para colaborar en el traslado y montaje a su actual sede. En 1966 es nombrada conservadora del Museo Nacional de Artes Decorativas. Alcanza la dirección del Museo del Teatro en 1972, cargo que desempeñará hasta su jubilación en 1981. 

Autora: Margarita Moreno Conde