Licenciada en Filosofía y Letras (1946), imparte clases como ayudante de prácticas de epigrafía y numismática, en el Seminario de Arqueología dirigido por Cayetano de Mergelina, y allí conoce a su futuro marido, Federico Wattenberg. Compatibiliza sus clases en la con las que enseña de francés en el colegio de El Salvador entre 1950 y 1965 y con la crianza de ocho hijos. Su estado civil le lleva, como muchas mujeres de su época, a firmar sus publicaciones como Eloísa García de Wattenberg.

Gana la oposición al Cuerpo de auxiliares de Archivos, Bibliotecas y Museos en 1957. Su primer destino será el Archivo de Simancas (1957-1967), pasando luego, al fallecer su marido, a ser directora del Museo Nacional de Escultura (1967-1988), siéndole concedido el nombramiento de directoria honoraria tras su jubilación en 1988. En un primer momento continúa las líneas maestras trazadas por su marido para el Museo Nacional de Escultura, y así también colabora en la nueva instalación del Museo Arqueológico Provincial con su directora, Socorro González de Madrid, logrando su apertura en 1968.  Su conexión con el Seminario de Arte y Arqueología continúa: Desde 1972 imparte la asignatura de museología y en enero de 1974 es nombrada secretaria del mismo.

Vocal de la Junta Superior de Museos (1979-1986), Secretaria del Consejo Internacional de Museos (ICOM) en España y miembro del Comité Consultivo Internacional del Diccionario Museológico. Académica electa de la Real de Bellas Artes de la Purísima Concepción de Valladolid (1975). Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, en 1997 y premio Castilla y León de Restauración y Conservación del Patrimonio (2010).

Autora: Margarita Díaz-Andreu