Se matriculó en la Universidad de Barcelona en 1930 y durante el tercer curso de su licenciatura se enroló en el mítico Crucero Universitario por el Mediterráneo (1933) como representante de los alumnos de la Sección de Prehistoria e Historia Antigua. Finalizó en 1935 sus estudios de Historia Medieval con premio extraordinario y superó el examen de licenciatura al año siguiente, en el que fue nombrada profesora auxiliar del Seminario de Prehistoria -que dirigía Bosch i Gimpera- a la vez que bibliotecaria del Museo de Arqueología, entonces sede del mencionado Seminario de Prehistoria. En 1938 fue nombrada profesora interina de la Facultad de Filosofía y Letras, así como oficial segunda de la Secció d’Excavacions i Arqueologia del Servei del Patrimoni Artístic, Històric i Científic de la Generalitat de Catalunya; paralelamente, impartía clases de Historia de Catalunya en la Escuela de Bibliotecarias.

Acabada la guerra civil, conservó su puesto en el Museo de Arqueología no sin antes superar el expediente de depuración de funcionarios: fue admitida sin sanción y en abril de 1939 se reintegró, en calidad de interina, al museo (ahora bajo la dirección de Martín Almagro Basch), ocupando la plaza de bibliotecaria, puesto que conservo hasta 1957; en 1958 ganó una plaza de conservadora auxiliar en el mismo museo, aunque no reingresó hasta 1977, jubilándose en 1982. Fue muy relevante su papel en la organización logística de los primeros cursos de Empúries (1947) y su figura resultó fundamental para la organización de la Sección Española del Istituto di Studi Liguri.

La carrera que la dureza de las depuraciones políticas no pudo truncar, la diluyó en gran medida el contexto socio-político del momento, pues su enlace con el también arqueólogo Pere de Palol i Salellas en 1951 comportó el sacrificio de su trayectoria profesional para adaptarse a la del marido, tal y como hicieron tantas otras mujeres de su generación.

Autora: Jordina Sales Carbonell