Nace en Zaragoza en el seno de una familia acomodada, circunstancia que cambia tras la prematura muerte de su padre, trasladándose entonces familia a Madrid donde cursa estudios en el Instituto Cardenal Cisneros. En 1932 se matricula en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Central, compatibilizando sus estudios con clases particulares para ayudar a su familia. El Crucero Universitario por el Mediterráneo de 1933 marcará a Oliveros que, desde ese momento, comienza a sentir una enorme atracción por la Arqueología. Ese mismo año, es admitida como socia numeraria de la Sociedad Española de Antropología, licenciándose en Filosofía y Letras en 1936, en la especialidad de Historia Medieval.

En 1944 aprueba las oposiciones al Cuerpo Facultativo de Archivos, Bibliotecas y Museos. Tras un breve paso como funcionaria en prácticas en el Museo de América, en 1946 se traslada a Toledo, ocupando la dirección del Museo Arqueológico Provincial. En 1950, se reincorpora al Museo Arqueológico Nacional. Allí cataloga y ordena la Sección de Numismática y Epigrafía de la biblioteca, la colección Siret de Prehistoria e interviene en el nuevo museográfico del Museo que reabre sus puertas en 1954. Ese mismo año, Navascués, director del MAN, le autoriza a realizar un viaje de formación a Londres en Arte y Arqueología. Entre 1954 y 1960 organizará y clasificará las medallas civiles del Museo. Su sensibilidad hacia este campo, la llevará a donar al MAN una colección de piezas numismáticas en 1964. Este año se traslada al Museo de América reclamada por su directora, Teresa Fernández Vega, museo del que llega a ser secretaria en 1969 y en 1980 subdirectora, hasta su jubilación, en 1982. 

Autora: Isabel Trinidad Lafuente.