Desde niña Maria Clara Augusta Weyersberg tuvo una cuidada educación con estudios en diferentes idiomas. Cuando decidió dedicarse a la pintura, y dado que la Academia de Arte de Düsseldorf no aceptaba mujeres, tuvo que limitarse a recibir clases particulares, matriculándose luego en la Escuela de Artes y Oficios de Colonia. Más tarde, ejerció como artista en Múnich.

En 1925 comienza a trabajar para el Forschungsinstitut für Kulturmorphologie (Instituto de Investigación de Morfología Cultural) de Francfort dirigido por Leo Frobenius. Participó como pintora y fotógrafa en diferentes expediciones etnográficas al África Subsahariana (1928-1930), Transjordania y Libia (1934-1935), sur de Francia y España oriental (1934), norte de España (1936) y Valcamonica e Istria (1936- 1937). En estos viajes realizó multitud de fotografías: 264 dibujos de contenido etnográfico y arqueológico, junto con 601 reproducciones de arte rupestre. A partir de 1931 asumió tareas de gestión en el Forschungsinstitut für Kulturmorphologie, convirtiéndose en asesora científica. Además, dirigió distintas exposiciones etnográficas y fue autora de varios ensayos sobre prehistoria y arte rupestre. Cabe destacar su participación como directora en la expedición de 1936 para visitar las cuevas prehistóricas cantábricas. Weyersberg elaboró el itinerario, estudiando la información previa sobre diferentes cavidades a partir de las publicaciones de Hugo Obermaier y Henri Breuil. Se encargó de llevar un detallado diario de la expedición y de realizar, junto con Elisabeth Pauli, Käthe Marr, y Douglas C. Fox, calcos y fotografías de las pinturas y grabados de las cuevas de El Castillo, La Pasiega, Hornos de la Peña y Altamira.

Autores: Eduardo Palacio Pérez y Margarita Díaz-Andreu